TRILOGÍA SUCIA DE MANHATTAN

Aunque no estaba muy convencida, me leí este librito, en cuya portada se proclamaba que el autor había merecido en 2014 el Premio Calendario de narrativa.

Que conste que digo librito, porque está impreso en un formato pequeño, no por el contenido, porque debo decir que me sorprendió muchísimo la narrativa de Abel Fernández Larrea.

La novela es, más bien, una especie de compendio de cuentos que se unen en un punto en común, y, por supuesto, en ese escenario que es Manhattan. Lo sorprendente es que cada narración es diferente en sí misma: hay cuentos en primera persona, hay narraciones en tercera persona, y hay algunas que ni siquiera se puede distinguir el sujeto que narra.

Además, hay ¿capítulos? que son conversaciones de chat, poemas y guiones cinematográficos, lo que ayuda a modernizar el texto, y atrapa a los lectores, porque conmigo funcionó. En menos de una hora podemos despacharnos sin problemas la lectura, que deja una buena sensación, como de haber hecho algo útil dedicándole nuestro tiempo. Incluso, me quedé con deseos de más.

Porque Trilogía sucia de Manhattan es de esos textos que poseen un núcleo inasible, que permiten disfrutar, pero cuya escencia es incapturable. Es uno de esos libros de los que siempre diremos: está bueno, pero no podremos explicar bien las razones. Será que en el fondo es un poco complaciente: no importa quien se lo lea, algo habrá dentro que le guste.

Yo lo sugiero, de corazón, porque al hacerlo, estoy promocionando la nueva y joven literatura cubana y lo estoy haciendo con fundamento. Y eso me gusta. 😀

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