Mario Benedetti era un genio. Sus poemas así lo demuestran, y también su prosa.
Y es que a través de lo que este uruguayo escribió, podemos llegar a su alma de hombre que comprendió el mundo en que vivía, y que nos legó esa comprensión infinita.
En Primavera con una esquina rota, Benedetti nos presenta desde varios ángulos la misma situación.
Todos los sujetos de la historia ven desde afuera (y desde adentro, en el caso de Santiago) a un prisionero político que pasa su vida compartiendo la soledad en cartas con su esposa, su padre y su hija. Sigue leyendo