El fin de semana fui a encontrarme con un poeta colombiano radicado hace un tiempo acá en Argentina y, en medio del desorden, Dafne Pidemunt, escritora y editora de Ediciones La Mariposa y la Iguana, me endulzó el oído, me embaucó y me vendió La cruzada de los niños de Marcel Schwob, de su propia edición bilingüe, traducido por Leticia Hernando.
Conformado por breves testimonios de diferentes personajes, actores o testigos de los acontecimientos, la historia sigue una peregrinación real, por cierto, hecha por 7,000 niños que en el siglo XIII se fueron a Jerusalén, a recuperar Tierra Santa, armados únicamente con su fe y bondad. La historia es como la de cualquier otro niño que abandona su hogar para buscar tierras prometidas llenas de tesoros, ilusiones de felicidad infinita y la realización de un bien mayor a sí mismos, ajenos a los ogros, hombres lobos y Coyotes que los acechan, ¿quién no lo ha hecho?