Como si la situación de Celie no fuera bastante penosa por ser mujer, negra y pobre, las desgracias van llegando a su vida una tras otra. El color púrpura es un libro corto, sencillo e impactante. En las palabras de la protagonista y de su hermana comenzamos a descubrir la realidad de una familia descompuesta por la muerte de la madre, la separación de las hermanas y la violación del padre.
La chica es vendida como un caballo a su esposo luego de que ha tenido y perdido hijos fruto de la violación y ya está gorda e inservible según su padre borracho. Su única alegría es que su hermana Nettie se puede ir con ella, sin embargo, el esposo desea a la hermana y como no puede tenerla la echa.
Así las cosas, pasan muchos años y las hermanas no logran comunicarse, porque las cartas no llegan a su destino. Celie escribe a Dios y a Nettie y les cuenta sus pesares, aunque también sus pequeñas alegrías. Es una protagonista inusual porque la conciencia no la ataca, ella solo se entrega a las pequeños y pocos placeres que se le reservan, porque no sabe cuándo volverán a ocurrir. Un esposo que la maltrata, un hijastro que sufre porque no sabe controlar a su mujer y la amante de su marido viviendo en casa son algunas de las dificultades de las que sale airosa aunque parezca siempre lo contrario. Sigue leyendo