Siempre me he sentido atraído por la figura de Ernest Hemingway. Primeramente, porque nos llamamos casi de la misma manera (yo Ernesto), en segundo lugar por su profesión de periodista en tiempo de guerras, y en tercero porque su casa en La Habana es uno de mi sitios preferidos en la ciudad.
Por ello, más de una vez he estado a punto de leer alguna de sus obras, pero siempre me queda poco tiempo o me decido por una más reciente.
Hace poco, me puse el reto de leerme un libro por semana. Ha sido difícil, pero fue precisamente un libro de Ernest Hemingway el primero con el que cumplí mi meta. Sigue leyendo