La canción del verdugo, de Norman Mailer, nos acerca a un trágico suceso de la historia estadounidense del siglo XX.
El temor a la muerte parece algo insuperable. Es muy difícil resignarse a ella, pese a que siempre ha existido. Por eso, cuando un hombre acepta tranquilamente su propia muerte, nos sorprendemos. Gary Gilmore no era una persona común y corriente. Desde niño estuvo recluido. Aprendió a robar cuando era pequeño y en toda su vida adulta nunca alcanzó a estar fuera de la prisión más de un año completo.
El protagonista del libro acaba de llegar a Utah porque su prima, Brenda, lo ha apoyado para que obtenga la libertad condicional. En el primer momento es un hombre alto y un poco excéntrico. No sabe cómo comportarse con las mujeres, o cómo organizarse económicamente durante un mes. Los años en prisión le han robado el sentido práctico. Sigue leyendo