¿Quién dice que los clásicos no son encantadores? El conde de Montecristo es un libro para disfrutarlo, no una, sino más veces, y no hace falta ser muy joven para encontrar los encantos que esta aventura posee.
Alejandro Dumas, su autor, nos entrega más que persecusiones o enfrentamientos, (que suelen ser los encantos principales del género): nos da a conocer una crítica a la sociedad parisiense de su época, y nos muestra a Edmundo Dantés, un personaje un poco diferente al habitual protagonista de este tipo de historias, porque si bien evoluciona de marinero pobre a excéntrico millonario, no es durante toda la obra un buen muchacho enamorado y dulce de esos que nos acompañan en este tipo de obras literarias. Sigue leyendo